Hoy voy a confesar (al más puro estilo pantojil) que me aterrorizan los finales de curso, me da miedo romper con la rutina, me asusta preguntarme qué será de nosotros el año que viene. Contra qué molinos tendré que pelearme esta vez, reales o imaginarios, propios o ajenos... siempre hay algún gigante agazapado en forma de beca de NEE, de terapias, de rabietas, de profesores nuevos que no nos conocen... Este año ha sido sencillo, porque nos ha rodeado gente auténtica, de las que se han molestado en ocupar un ratito de su tiempo para conocer a mi Salva, a mi niño mágico, y entenderle.
Este curso que se ha cerrado hoy nos ha traído de la mano a gente maravillosa, de las que enriquecen nuestras vidas: Alfonso, Anabel, Encarna, Estefanía, Lourdes... Intentar separarles por partes en nuestra trayectoria vital se me hace complicado, conforman un todo. Han sido el presente de un año donde los progresos que ellos han contribuido a alcanzar se mezclan con otros de base que previamente consiguieron las personas que estuvieron antes: Vanessa, Mari Carmen, Paqui...
Mi Salva expresa todo esto que siento ahora mismo mucho mejor que yo, porque él no necesita palabras, ni la seguridad que ofrece una pantalla en blanco para soltar un chorro de letras escritas que resuman, a duras penas, todo lo que quiero decir. A él le vale con mirarte, sonrisa en ristre, y decir "te quiero", y darte un beso y pedir perdón, dar las gracias o las "de nada" según se tercia.
Así que creo que hoy de forma muy excepcional puedo tomar prestada su carita y mostraros su felicidad que también es la mía. Y con ello siento aún más miedo, temo que los siguientes no os lleguen a la altura. Por todo eso y por mucho más, esta sonrisa también es vuestra, GRACIAS.
Este curso que se ha cerrado hoy nos ha traído de la mano a gente maravillosa, de las que enriquecen nuestras vidas: Alfonso, Anabel, Encarna, Estefanía, Lourdes... Intentar separarles por partes en nuestra trayectoria vital se me hace complicado, conforman un todo. Han sido el presente de un año donde los progresos que ellos han contribuido a alcanzar se mezclan con otros de base que previamente consiguieron las personas que estuvieron antes: Vanessa, Mari Carmen, Paqui...
Mi Salva expresa todo esto que siento ahora mismo mucho mejor que yo, porque él no necesita palabras, ni la seguridad que ofrece una pantalla en blanco para soltar un chorro de letras escritas que resuman, a duras penas, todo lo que quiero decir. A él le vale con mirarte, sonrisa en ristre, y decir "te quiero", y darte un beso y pedir perdón, dar las gracias o las "de nada" según se tercia.
Así que creo que hoy de forma muy excepcional puedo tomar prestada su carita y mostraros su felicidad que también es la mía. Y con ello siento aún más miedo, temo que los siguientes no os lleguen a la altura. Por todo eso y por mucho más, esta sonrisa también es vuestra, GRACIAS.