Dormías a mi lado. Poco y mal, como sueles. Te mueves, te rascas, suspiras, respiras... al final dejo de abrazarte en un esfuerzo por hacer otro bis a bis con Morfeo, arañando el final de las vacaciones. Ya no aguantas más, te levantas y te vas.
Molesta, y tras unos minutos de intensa lucha por despegarme de la almohada, hago lo mismo, y salgo en tu búsqueda. Ya nos conocemos demasiado bien como para saber que la casa a solas y tú no sois buena combinación.
Y ahí estás, tumbado en el sofá, con el mando en la mano mirando la nieve de la tele que no acaba de sintonizar... Compungido me dices que está rota y yo, mágica por exposición a ti durante estos 10 años, con un solo click sintonizo "La casa de Mickey Mouse".
Empiezas a obedecer a Mickey que quiere llevar un pajarito rojo de vuelta a su hogar, le das "uvas" al pajarito, llamas a Doodles, cuentas hasta tres, ríes, apremias, conduces y eliges.
A mí, sin que apenas se note, me implosiona el pecho. Una onda de calor y ternura sin parangón brota de todas partes y me transporta flotando hasta el ordenador, para decirle al mundo lo que siento.
Deberías estar disfrutando de la entrada del Málaga en la champions, o estar excitado porque empiezas 5º de primaria, pelearte con tu hermano por la wii o negarte rotundamente a cambiarte el bañador en público. Y sin embargo, aquí estamos viendo a Mickey Mouse. Puede que debiera entristecerme por todo lo que no eres, pero sé lo mucho que te ha costado entender que los dibujos te hablan a ti. Así que hoy celebraremos este gran triunfo. Porque eso sí que es una victoria, lo del Málaga que lo celebren los demás...
Molesta, y tras unos minutos de intensa lucha por despegarme de la almohada, hago lo mismo, y salgo en tu búsqueda. Ya nos conocemos demasiado bien como para saber que la casa a solas y tú no sois buena combinación.
Y ahí estás, tumbado en el sofá, con el mando en la mano mirando la nieve de la tele que no acaba de sintonizar... Compungido me dices que está rota y yo, mágica por exposición a ti durante estos 10 años, con un solo click sintonizo "La casa de Mickey Mouse".
Empiezas a obedecer a Mickey que quiere llevar un pajarito rojo de vuelta a su hogar, le das "uvas" al pajarito, llamas a Doodles, cuentas hasta tres, ríes, apremias, conduces y eliges.
A mí, sin que apenas se note, me implosiona el pecho. Una onda de calor y ternura sin parangón brota de todas partes y me transporta flotando hasta el ordenador, para decirle al mundo lo que siento.
Deberías estar disfrutando de la entrada del Málaga en la champions, o estar excitado porque empiezas 5º de primaria, pelearte con tu hermano por la wii o negarte rotundamente a cambiarte el bañador en público. Y sin embargo, aquí estamos viendo a Mickey Mouse. Puede que debiera entristecerme por todo lo que no eres, pero sé lo mucho que te ha costado entender que los dibujos te hablan a ti. Así que hoy celebraremos este gran triunfo. Porque eso sí que es una victoria, lo del Málaga que lo celebren los demás...