lunes, 22 de octubre de 2012

... sino estelas en la mar...


Voy a contarle al mundo el día en el que te hiciste mayor. Ese día en que, estando de vacaciones, cogiste el ascensor, fuiste hasta la segunda planta, insertaste la tarjeta-llave en su lugar y recogiste lo que necesitabas de la habitación. Luego regresaste al punto de origen. Solo, todo lo hiciste solo.

¿Te hiciste mayor tú o me hice mayor yo? Tantas veces que quise que cortaras el cordón umbilical y era yo la que te tenía escondidas las tijeras.

También quiero contarle al mundo el día en el que bailaste con un ejército de abuelos yeyés. Que si la abuela fuma, que si el gallo canta, que si no rompas más mi pobre corazón… No hubo baile que se te resistiera, que hasta agarraste a una moza y no la soltaste.

Y me vine pensando que no sabíamos su nombre… pero tú si lo sabías, porque hablaste con ella. ¿Cuándo fue que empezaste a aprender sin mí?

Tú ya no lo recuerdas (o quizás sí, quién sabe) pero hace 9 años pusiste una bandera en la cima de esta familia, culminaste unas vacaciones llorando. Desde ese momento salir contigo era fatigoso, salir sin ti una cruz de la que mal me repongo.

Hasta hoy. Que hasta la lluvia en Huelva te pareció buena, las horas ociosas de lectura, la playa y sus bichos, caminar, caminar y caminar por Sevilla… Pocas quejas, nada de enfados y una sola lágrima, y era mía.

Se me escapó cuando te miraba en la distancia siendo uno más en la pista de baile. Tu padre cogió mi mano y respiré hondo. Te haces mayor, Salva, aunque a veces me resisto a creerlo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Otoño

Si de poesía va... oírte decir mi nombre.
Si de filosofía va... aprender a no juzgarte.
Si de creencias va... mi credo está en tu sonrisa.
Si de esperanzas va... no hay demasiados mañanas.

Cada paso que das en la dirección que sea, levanta una polvareda que enreda mi mirada. La firmeza de mi esencia se desvanece con cada sílaba perfilada de tu puño y letra. Yo que creía que no podría, jamás. Y aquí estamos. Me caigo y te ríes, y yo me río, siempre contigo. A solas prefiero ser ave que te llevara lejos a otro mundo, otros mundos, otras tierras, otros sueños, otras realidades.

Si de palabras va... ser tu madre.
Si de sueños va... que seas mi hijo.
Si de realidades va... el mundo no te merece.
Si de batallas va... dame la mano, que nos vamos.