domingo, 3 de febrero de 2013

In hell

Anoche pasé un rato amargo por gusto... vimos "Camino" en la primera, y no paré de llorar hasta un buen rato después. Mi cabeza no concibe el adoctrinamiento, concibo la fe, la esperanza de creer que al morir vamos a un sitio mejor a reencontrarnos con las personas que amamos. Concibo que hagamos lo imposible por curar a nuestros hijos, pero no que se nos diga que debemos resignarnos a perderlos...

Vi la Clínica Universitaria de Navarra, otra vez, y pensé que en ese sitio nunca pasaba nada bueno. Ahí se murió la esperanza de que lo de Salva fuera pasajero y renací siendo otra persona distinta. Más fuerte, más centrada, más luchadora. Pero no mejor, porque la inocencia se me fue a tomar viento. Tenía 31 años y me había dado un bofetón contra el suelo. Todavía hoy día  levanto algunos pedazos, otros se quedaron en Pamplona para siempre. Allí perdí yo también la imagen difusa de lo que era mi hijo.

Anoche pasé un rato amargo... no sé si por gusto. Pero me enfrenté a mis miedos, los lloré un rato y hoy tengo que seguir adelante. Porque tengo dos hijos. Porque les necesito. Y porque no puedo perder el tiempo.

1 comentario:

  1. Yo no pude ver Camino, nunca he logrado acabar de verla, me supera. No concibo ese planteamiento de resignación, de aceptar lo inaceptable. Y ya sabes lo que siento que tú tengas que sentir eso, que no puedas perder el tiempo...que tengas que ser maravillosa porque no tienes más opciones. Ojalá no tuviese que admirarte tanto. llumm.

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