Cuando creo que te tengo calado, afloras. No se me ocurre una manera mejor para explicarte. Llevas dentro de ti millones de personas en una sola, cada cual con sus cosas. No todo es bueno, y a pesar de ello, o quizás por ello, me mantienes alerta. Me agotas, pero no concibo otra forma de vida. Ya no.
No sé si es la materia que un día fuimos, o la querencia del día a día. No sé explicar si ser madre e hijo es un lazo per se, o es cada minuto que transcurre. No sé si el amor es mi dependencia de ti, de él, de vosotros. De nosotros. La familia. No puedo darle sentido, y sin embargo, lo siento. Si sentir es entender o por el contrario es albergar más dudas...
Quizás sea que abres los ojos y las pilas se conectan solas, la casa abre los suyos, la rueda se pone en marcha y como un resorte mágico saltamos al son de cada segundo, de cada momento. Vivimos momentos, eso es lo que me has enseñado. Lo que me enseñas. No paro de aprender. No paras de enseñarme.
Quizás sea tu risa histérica, histriónica, maligna y deliciosa, todo a un tiempo. O tu fuerza acumulada, canalizada en arrebatos de furia como una onda expansiva. Lo que no me gusta y lo que me gusta van de la mano, moldeando a conciencia el presente. Mi presente. Mi esencia. Ser tu madre...
No sé si es la materia que un día fuimos, o la querencia del día a día. No sé explicar si ser madre e hijo es un lazo per se, o es cada minuto que transcurre. No sé si el amor es mi dependencia de ti, de él, de vosotros. De nosotros. La familia. No puedo darle sentido, y sin embargo, lo siento. Si sentir es entender o por el contrario es albergar más dudas...
Quizás sea que abres los ojos y las pilas se conectan solas, la casa abre los suyos, la rueda se pone en marcha y como un resorte mágico saltamos al son de cada segundo, de cada momento. Vivimos momentos, eso es lo que me has enseñado. Lo que me enseñas. No paro de aprender. No paras de enseñarme.
Quizás sea tu risa histérica, histriónica, maligna y deliciosa, todo a un tiempo. O tu fuerza acumulada, canalizada en arrebatos de furia como una onda expansiva. Lo que no me gusta y lo que me gusta van de la mano, moldeando a conciencia el presente. Mi presente. Mi esencia. Ser tu madre...
Ser tu amiga...
ResponderEliminarY aprender de ti, también va de la mano.
Acabo de descubrir tu blog (Espabloggers tiene "la culpa"). He entrado porque me ha llamado la atención el nombre, pues me ha recordado a esa maravillosa reflexión del viaje a Holanda (la tuve muy presente el día que nació mi hija y descubrimos que tenía microtía unilateral, que no afecta a su desarrollo). La sorpresa ha sido cuando he leído la primera entrada de tu blog... y si no fuera porque estoy en la oficina estaría llorando a moco tendido (de hecho, tengo los ojos húmedos). Qué bonitas son tus palabras, y que suerte tienen tus hijos de tener una mamá así.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Luz, bienvenida a bordo. Has entendido perfectamente el sentido de este blog y de donde viene su "peculiar" nombre. Acostumbrarse a vivir en nuestro propio concepto de Holanda es todo un aprendizaje de vida, ¿verdad?
ResponderEliminarLo dicho, siéntete como en casa. Un beso.