Tengo muchos más motivos para ser una persona feliz que infeliz. Quizás la vida no me tenía preparada una maravillosa camita de algodones, como en la que me criaron mis padres, cuando salí del nido. Esa misma vida que me regaló lo mejor también me tenía preparados un buen par de bofetones, de esos que te colocan en tu sitio, con los pies en el suelo, en un tris.
He luchado contra la locura, sí, la locura. Aunque mirando atrás no sé si fue ella la que ganó una adepta en mí para sus filas, porque vivo sumida en una especie de burbuja que se llama "constancia, pelea y supervivencia" y eso me hace inmune a muchas cosas que pasan a mi alrededor y que no me interesan. Ya no.
Pero esa capacidad de abstracción no es suficiente cuando leo cosas así: El oro más indigno.
Aunque la noticia tiene 10 años, hoy dia sigue resultando igual de indignante que ganar un oro paraolímpico, o tres o quince valga tanto como para fingir una discapacidad intelectual. Yo que daría mi vida por no tener que saber lo que es un logopeda, una ayuda por hijo discapacitado a cargo o una ley de dependencia, me tropiezo con la podredumbre humana que alcanzan algunos con tal de ¿ganar? un asqueroso trozo de metal.
Y siento vergüenza, tanta que me encierro en mi burbuja de locura y sigo a lo mio. Porque lo mio es de verdad... y esto hay que vivirlo para sentirlo.
querida Maria José ¡ enhorabuena por el blog,
ResponderEliminaryo he aprendido muchisimo de ti, y con este espacio, muchisimas mas personas lo podran hacer, tengo muchas cosas que decirte, pero me quedo con tu primera frase, es, y eres genial, ahora mismo voy hacerme una seguidora tuya y a compratirlo
un abrazo enorme
Soy incapaz de comentar nada.... me avergüenzo total y absolutamente de estas cosas, me bloquean....
ResponderEliminarhola maria, pienso aceptamente lo mismo que tu, no todo en la vida vale. suerte
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